martes, 14 de agosto de 2018

Desde el cielo se adivina el sinsentido, la belleza, el consuelo y la melancolía. Mis nuevas promesas tienen que ver con la pulcritud, la suavidad, la reflexión tranquila en lugar del impulso frenético. Quiero saber más del universo y alejarme más de los debates egoicos. Volver a darme espacio para escucharme cada día y volver a hermanarme conmigo. Salir de este bloqueo que no me deja escribir ni escribirme.

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